lunes, abril 27, 2009

Sobre "Carne prensada" de Sylvia Figueroa por Xitlali (Jessi) Rodríguez

Y no fue sólo cuestión de la técnica o de una nueva forma de reflejar el mundo visible. No: aquí había surgido un nuevo principio estético.
El principio consiste en que el hombre, por primera vez en la historia del arte y la cultura, había encontrado la posibilidad de fijar de modo inmediato el tiempo, pudiendo reproducirlo (o sea, volver a él) todas las veces que quisiera.

Andrei Tarkovsky, Esculpir el tiempo



Estamos frente a un libro sin final, pero que está acabando. Un libro que ve en la fotografía y su obsesión por lo eterno, el principal planteamiento. La potestad que sobre el tiempo ejerce Carne prensada, se logra con recursos forajidos del lenguaje. Esta obra trabaja con las minucias del gerundio, elemento gramatical despreciado en las construcciones del castellano y que se define como “Forma invariable no personal del verbo que suele denotar acción o estado durativos, anterioridad o simultaneidad, nunca posterioridad, y puede expresar que está siendo”.

La voz de Sylvia Figueroa (Puerto Rico, 1970) recurre a este medio, para borrar cualquier rastro de identidad física o intimista del sujeto, y manejarse a partir de los objetos que la rodean y la delimitan. Cito: “Uno sabe que ya está perdido, pero prefiere asumir la frase menos contundente aunque más terrible: algo se está perdiendo”. Esta conciencia de lo continuo de lo nuca terminado, son sentencias que asisten a lo trágico, por el simple hecho de no atisbar muerte. Las locuciones en tercera persona, acciones de lo impersonal, tratados de las cosas breves como puertas, ventanas, bolsas de plástico… latas de carne prensada y contenida, se desplazan ante la mirada de la autora para lograr una poética de la permanencia.

A partir de estos declives en la perspectiva de alguien que observa lo minúsculo, las compuertas de lo sustentable y lo perecedero se adhieren al aliento vital de la voz del poeta y son repetidas una y otra vez en la circunstancia de las conjugaciones; entonces, el ejercicio literario deviene una especie de Sísifo que remonta cada día la eternidad despeñada sobre él.

De esta manera Sylvia Figueroa vuelve sobre sus propios pasos, no para regresar, sino para avanzar hacia otro espacio en un tiempo que nunca termina, que encuentra en la misma forma, una mutación del sentido. Un truco para escapar de las cosas que por cotidianas se vuelven transparentes.

“Éste es un libro que se repite”, afirma el Intro de Carne prensada. Yo difiero, como la curva difiere del espiral del que pende. Más que un libro que se repite, es un libro-loop, un libro-secuencia, la cadena alimenticia de un organismo en sí mismo consumado y por lo tanto, un libro que mientras se lee, se sigue escribiendo.

La vigencia que alcanza Carne prensada se concreta primero en las acciones. Pero en una segunda parte del libro (pAra mirar de cErca), el texto se va haciendo conciente de una espacialidad y de su condición de objeto. El libro se percibe como cosa, como un campo material de los sentidos. Y nos muestra fotogramas o cuadros de cine extraídos del movimiento y que por lo tanto son instantes disidentes del conjunto.

Tarkovsky se pregunta en dónde reside la naturaleza del arte fílmico de cada autor, y él mismo responde: “En ese sentido se podría decir que es esculpir el tiempo”. Así pues Carne prensada es un tiempo modelado, un tiempo y su espejismo para conjurarlo, una frecuencia que se anula con los mismos tonos invertidos para lograr un libro que no es, sino que está siendo.

miércoles, abril 22, 2009

CARNE PRENSADA EN CASA REFUGIO JUEVES 23 DE ABRIL, CELEBRANDO EL DÍA MUNDIAL DEL LIBRO



EDICIONES EL BILLAR DE LUCRECIA / CONACULTA/ FONCA INVITA A LA PRESENTACIÓN DE SU MÁS RECIENTE TÍTULO, BOLA 12:

_CARNE PRENSADA_


DE LA POETA PUERTORRIQUEÑA SYLVIA FIGUEROA CON BONUS TRACK

PaRA MIRaR DE CERCa


PARTICIPAN:
ROCÍO CERÓN, XITLALITL (JESSI) RODRÍGUEZ, RODRIGO CASTILLO, SERGIO LOO


JUEVES 23 DE ABRIL (CELEBRAREMOS TAMBIÉN EL DÍA MUNDIAL DEL LIBRO)
CASA REFUGIO CITLALTÉPETL, NÚMERO 25,
COLONIA CONDESA, 19 HRS

sábado, abril 04, 2009

Sobre El billar de Lucrecia desde el diario El Nuevo Día de Puerto Rico

Para ver la nota completa:
http://www.elnuevodia.com/la_duena_del_billar/552441.html


La escritora mexicana, de 36 años, ha realizado proyectos con poesía que van desde instalaciones y “performances” hasta proyectos de poesía urbana.


Por Tatiana Pérez Rivera / tperez@elnuevodia.com


Quince bolas tiene el billar y quince libros-bola tiene El billar de Lucrecia (EBL), editorial creada por la poeta mexicana Rocío Cerón destinada a desaparecer cuando se publique el libro número 15, y dirigida a lectores “que les guste la adrenalina”.
“Siempre he realizado proyectos con poesía, desde instalaciones y ‘performances’ hasta proyectos de poesía urbana”, expone la mexicana de 36 años sobre la génesis, en el 2005, de esta aventura editorial. “El nacimiento de EBL fue gracias al diálogo con otros poetas. Nació en Chile, entre copas y poemas, en el festival Poesía 100%”.
EBL recoge poesía de autores nacidos entre 1967 y 1979, aunque ha incluido autores nacidos en la década del 80 en su antología “Nosotros que nos queremos tanto”.
La ganadora en el 2000 del Premio Nacional de Literatura Gilberto Owen, en Poesía, manifiesta que los libros “apuestan por poéticas radicales, distintas a las que el mercado ofrece”.
“Son para quienes les gusta recibir aire, bocanadas de aire y mundos que les son cercanos, pero que la poesía toca de distinta manera”, dice.
El público se ha dado a la tarea de coleccionarlos. “No reimprimimos, sólo publicaremos 15 títulos y la editorial cerrará. Es una suerte de familia instantánea. Eso hace que los lectores busquen sus ejemplares porque si se acaban se acaban, punto”, argumenta.
En los inicios del proyecto, Cerón editaba los textos y ahora comparte la tarea con el colega Rodrigo Castillo. “El desafío más grande ha sido y sigue siendo encontrar libros que apuesten a no ir por rutas de lo ya establecido, libros si se quiere raros, particulares”.
Definido EBL, Cerón se lanzó como una feroz “cazadora” tras textos llamativos. La intuición y la apertura le guiaban, “porque creo en la diversidad de poéticas, tonos y visiones”.
Ese abanico de posibilidades tiene hilos que les entrelazan sin formar nudos. Como temas recurrentes, menciona “el humor ácido, el mundo contemporáneo -su caída, sus deficiencias-, el barrio, el lenguaje”. “Aunque debo decir que cada una de las búsquedas de los autores de EBL son muy distintas”, advierte.
La parte más difícil del proyecto ha sido conseguir el dinero para costear cada publicación. Sus energías, además, las destina a escribir y, “para la sobrevivencia, en trabajos editoriales”.
Las críticas no han faltado y está abierta a ellas. “Hay quienes aman un título y odian otro, pero de eso se trata, de que no te quedes impávido con nuestros libros”.
Editar fuera de las estructuras tradicionales que distinguen el mundo editorial tradicional le ha dejado un dulce sabor a triunfo.
“Todo proyecto es posible si lo quieres hacer, y si tienes los ovarios o testículos suficientes como para romperte la madre con los muros”, puntualiza. “Un no para mí es siempre un sí seguro, porque iré más allá para alcanzar lo que quiero”.


EL BILLAR Y LA ISLA
El pasado sábado se presentó en la librería La Tertulia, del Viejo San Juan, el poemario “El desasido”, del autor dominicano que estuvo radicado en la Isla, Néstor Rodríguez. Se trató del “libro-bola” número diez.
En abril, EBL lanzará en México el trabajo de la puertorriqueña Sylvia Figueroa, “Carne prensada”, que se convierte en el trabajo número doce.
“Será el primero en tener imágenes”, detalla Cerón. “Habíamos buscado poetas que trabajaran con imágenes, pero el libro ‘Carne prensada’, más su ‘bonus track’, ‘Para mirar de cerca’, nos encantó. Es nuestra primera apuesta interdisciplinaria”.
La autora de poemarios como “Estas manos” y “Basalto” -creados fuera de EBL- lee ensayo, poesía y sobre artes visuales “porque me interesa el arte contemporáneo y creo en el lenguaje como materia prima para establecerse en el mundo real y no sólo en la página”.
Ser poeta en México le parece igual que en otras partes. “Las mismas envidias, el mismo mundillo cerrado, las mismas cortes. Lo importante es mantenerte en el margen y desde ahí hacer guerrillas”, reflexiona.
Si se pregunta si Cerón es fanática del billar, la respuesta es sí. Descubra ahora quién es Lucrecia.
“Me gusta la metáfora de que las bolas son los 15 títulos y la jugadora, es decir Lucrecia, que encarna el espíritu de la poesía latinoamericana -cumbanchera, carnosa, vital-, es quien mueve esos caudales de lenguaje, esos juegos del castellano, o mejor dicho de los castellanos variados que se hablan en toda la región. ‘El billar de Lucrecia’ es un juego editorial por ello tiene que terminarse”.
Todavía le esperan “grandes aventuras visuales, sonoras y de estilos”. “La bola ocho será la última en publicarse, es la negra, y la que cierra el juego. Será una gran sorpresa”, garantiza en torno al lanzamiento que será en el 2010.
-¿Tienes tiempo de aburrirte?
“No para aburrirme, pero para elogiar el ocio, sí. Soy muy ociosa, de ahí seguro provienen todos mis proyectos